China registró en junio su nivel más alto de deflación industrial en casi dos años, con un índice de precios al productor (PPI) que cayó un 3,6 % respecto al año anterior. Esta contracción, la peor desde 2023, refleja las dificultades de los sectores industriales ante la débil demanda global y las fricciones comerciales. La incertidumbre en el entorno comercial y una demanda interna debilitada han llevado a la aplicación de descuentos significativos para impulsar las ventas. La creación de empleo en el sector manufacturero sigue sin recuperarse, y los inversores muestran incertidumbre ante la falta de medidas de estímulo. La tendencia inflacionaria débil podría abrir espacio para recortes de tasas de interés en el futuro cercano, en un intento por estimular el consumo y contrarrestar la presión deflacionaria prolongada que enfrenta la segunda economía mundial.
China expone su fragilidad económica: niveles récord de deflación industrial
