Capacitación y libre información sobre el cultivo cannábico, pedidos de visitantes a Expo Cannabis

Asesoramiento sobre cultivo, producción y testeo de calidad, capacitación para fabricar aceite de cannabis, mejorar las condiciones de vida o lograr medicamentos más accesibles fueron los intereses más buscados en la segunda jornada de Expo Cannabis.

“Yo soy hipertenso y si bien consumo cannabis muy esporádicamente de forma recreativa, el aceite me ayuda a dormir mejor y mi médica me recomendó tomarlo para bajar la dosis de mi medicación y tener un mejor estilo de vida”, explicó a Télam Ian Silberberg de 25 años, empleado del poder judicial, quien escuchaba una de las charlas principales de la mañana de hoy, un taller sobre cultivo de cannabis a cargo de Nicolás Geniso, en la Expo Cannabis que comenzó ayer.

El joven, oriundo del barrio porteño de Villa Ortúzar, contó que el aceite que consumió lo adquirió sin saber “mucho sobre su calidad” y eso le generó dudas e intriga sobre la fórmula del fitomedicamento.

“Hay cosas que me perdí en el medio sobre cómo se hace el aceite o como comprobar su calidad y necesitaba saber más, por eso estoy acá; porque el estigma por la planta (de cáñamo) hace que muchos médicos lo desconozcan y llega muy lenta la información”, resaltó Silberberg acompañado de su padre uruguayo, quien escuchaba atentamente el foro.

Mientras Nicolás Geniso, socio fundador de CriaCann, asociación argentina para la producción, crianza e investigación de la semilla de cannabis, avanzaba en el taller sobre las formas y beneficios de cultivar la planta, además de desmitificar consejos que circulan de boca en boca, la sala estaba llena y los visitantes se sumaban por fuera del vallado de sillas para escuchar y filmar.

Tras indicar Geniso los diferentes tipos de cannabis (Indica, Sativa, Ruderalis) y subrayar que “hoy están hibridizadas las plantas por la mano del hombre”, explicó las siete etapas recomendadas para el cultivo: Planificación, germinación y siembra, crecimiento vegetativo, floración, cosecha, secado y guardado.

A su vez, el disertante marcó la importancia de porqué cultivar.

“Es fácil, económico y es una forma segura de acceder a los beneficios de la planta, tenes mayor calidad y la práctica del cultivo es terapéutica en sí misma, aunque se aprende con la práctica, como tocar un instrumento, además de que te brinda autonomía”, expuso y agregó “siempre contrasten con otra información cuando les llegan consejos como orinar sobre la planta o clavar algo en la tierra”.

Otros visitantes que escuchaban el taller de Geniso, Claudio Díaz, de 51 años, de la localidad bonaerense de Martínez y su compañero Matías Ferreira, 29, compartieron su experiencia de cultivo y consumo del cáñamo.

“Hace veinte años que cultivo para consumo personal y vengo a buscar más información porque quiero aprender a hacer aceite de cannabis, porque son caros los que compro de Uruguay”, explicó Díaz.

El hombre comentó que utiliza aceite cannábico debido a su artrosis y confesó que “mejoró mucho la movilidad de la rodilla”, pero remarcó que “falta mucha información sobre el Reprocann (programa que procura mejorar el acceso a quienes tienen indicación médica basada en la evidencia científica disponible, a un producto como especialidad medicinal o que se origine en un cultivo controlado de la planta de cannabis) y sobre cómo obtener aceite de buena calidad”.

En esa misma línea, coincidió la opinión de la familia que visitaba uno de los stands de la Expo Cannabis, una pareja que asistió con sus dos niñas de 7 y 3 años.

“Estamos en una época de grises, falta claridad en la información en el Reprocann, te dejan cultivar 9 plantas , pero no sabes quien va a hacer el control ni cómo”, subrayó Lucas Aparicio de 37 años, de la localidad bonaerense de San Fernando, quien trabaja en un laboratorio y busca la forma de poder producir aceite.

Aparicio contó que cultiva para consumo recreativo en un campo y en su casa, “vamos por la aprobación del marco regulatorio de la producción de cannabis para cosechar de forma libre”, agregó respecto a la ley que se encuentra con media sanción en el Senado nacional.

Su compañera, Marina Scarrozzo, de 35 años, resaltó que consume poco y que se quedó más tranquila cuando su pareja se anotó en el Reprocann: “Es un permiso para cultivar y no andar persiguiéndote, además mis hijas hablan y viven con lo que plantamos”.

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