Los recientes anuncios económicos generaron gran expectativa en el establishment, especialmente en sectores como el energético, que mostraban preocupación por la guerra comercial liderada por Donald Trump y la caída del barril de petróleo, sumado al atraso cambiario. Internamente, en el Gobierno, la salida de Mario Cairella de la vicepresidencia de Cammesa reveló diferencias internas en el área energética. Cairella, quien ya había renunciado durante la gestión de Cambiemos, se despidió nuevamente de la empresa debido a discrepancias con Daniel González. En medio de estos cambios, se especula sobre su posible futuro cercano al Presidente o en alguna provincia.
En el ámbito político, en plena campaña en la Ciudad de Buenos Aires, se desató un debate interno en la Coalición Cívica luego de un anuncio del PRO que generó controversia. Paula Oliveto denunció públicamente la situación ante el tribunal electoral, lo que desencadenó una serie de tensiones internas entre los partidos.
Mientras tanto, en Ecuador se vive una intensa campaña electoral con un balotaje que mantiene en vilo al sistema político y empresarial de ese país. Daniel Noboa y Luisa González se enfrentan en una elección reñida, donde se percibe una paridad extrema y una tensión latente. Asesores argentinos, como Ivoskus y Durán Barba, han sido consultados por dirigentes locales interesados en el desenlace de esta contienda.
En tanto, en el PRO se vislumbra una elección agitada con consecuencias impredecibles, donde se juega buena parte del capital político del partido. María Eugenia Vidal lidera un proceso electoral con momentos de alta intensidad interna, incluyendo controversias por licitaciones y estrategias de campaña. En este marco de nerviosismo, los partidos políticos ajustan sus movimientos de cara a las elecciones, con decisiones que pueden impactar en el desarrollo de los comicios. La resolución sobre la ubicación de los candidatos en las máquinas de voto electrónico pone de manifiesto la tensión y la estrategia electoral en juego.