Brasil elimina 11 nuevas áreas protegidas en la Amazonía con una superficie de 600 mil hectáreas

Luchas ambientales. La bancada ruralista en el Congreso de Brasil logró eliminar 11 nuevas áreas protegidas en Rondonia, al supeditar un proyecto de ley de financiamiento estatal de emergencia a su eliminación.

El pasado 25 de septiembre, y tras menos de una hora de debate, los diputados estatales de la Asamblea Legislativa de Rondonia eliminaron 11 áreas protegidas que abarcan cerca de 600 000 hectáreas de bosque. Esta cifra equivale al 3 % de la superficie total de ese estado. La medida fue aprobada en tiempo récord: el proyecto de ley ingresó a la Asamblea en la mañana y para la tarde ya se había convertido en ley.

Sin embargo, esta jugada no fue sorpresiva. Por el contrario, la aprobación fue el resultado de una batalla encarnizada a lo largo de seis meses librada entre la bancada ruralista (grupo de presión de la agroindustria) en la Asamblea Legislativa y el Gobierno estatal (respaldado por los ambientalistas).

El 20 de marzo de 2018, el Gobierno estatal había dictado un decreto mediante el cual se creaban 11 áreas protegidas. Sin embargo, al escuchar los rumores acerca de la inminente firma de este decreto, el diputado estatal de derecha Alex Redano reaccionó rápidamente.

Así, introdujo una enmienda constitucional (PEC 037/2017) que impedía la creación de todo tipo de área protegida por parte del Gobierno estatal sin la consulta previa a la Asamblea. Esta enmienda fue aprobada el mismo día en que se promulgó el decreto que creaba las 11 áreas protegidas.

Esto generó una fuerte disputa legislativa. Aún cuando la Asamblea había aprobado el decreto que suspendía la creación de las áreas protegidas, este, a su vez, fue rechazado por el Tribunal de Justicia de Rondonia. De este modo, la creación de las áreas protegidas continuaba su curso.

Ante esta situación, el grupo de presión de los agronegocios de la Asamblea no se dio por vencido. Según Hamilton Santiago Pereira, secretario de estado de Desarrollo Ambiental, la bancada ruralista exigió la eliminación de la mayor área protegida recientemente creada: la Estación Ecológica Soldado del Caucho (Estação Ecológica Soldado da Borracha), con una superficie de 178 948 hectáreas.

A cambio, el sector ofrecía su apoyo para lograr la aprobación de una ley de emergencia que buscaba aumentar los ingresos públicos necesarios para afrontar pagos fundamentales; entre ellos, los salarios de los funcionarios. El Gobierno estatal aceptó la propuesta a regañadientes.

La Estación Ecológica Soldado del Caucho, denominada así por los miles de migrantes que arribaron a la región durante la Segunda Guerra Mundial como recolectores, había sido establecida en marzo como Reserva de Desarrollo Sustentable (RDS). El plan era permitirles a las poblaciones tradicionales permanecer en el lugar, pero expulsar a todos los invasores involucrados en la tala ilegal.

El Gobierno convino eliminar solamente esta área protegida. Sin embargo, aprovechando la ocasión, la Asamblea aprobó de manera sorpresiva la enmienda que eliminaba las 11 áreas protegidas. El diputado estatal José Eurípides Clemente, conocido como Lebrão, que la Asamblea estaba conformada por “diputados rurales que están comprometidos con el estado de Rondonia de manera general, pero más específicamente con los agronegocios”.

Y agregó: “Que la extinción de las áreas protegidas sirva de ejemplo a los futuros gobernantes, para que no pasen más por encima de la Asamblea Legislativa”.

Por su parte, el diputado estatal Maurão de Carvalho sostuvo: “No caben más reservas en Rondonia. Tenemos demasiadas”.