Tras varias horas de reunión, la Central Obrera aprobó la propuesta de un bono sólo para los privados, en dos cuotas. Hicieron otros reclamos al Gobierno.
Cerca de las 20.00 del jueves, la CGT descartó toda posibilidad de hacer un paro general luego de alcanzar un acuerdo sobre el bono de fin de año por $5.000 para todos los trabajadores del sector privado.
Tras analizar el borrador del decreto, que sería publicado en las próximas horas, la central gremial rechazó que el bono extra sea a cuenta de próximas paritarias y reclamó un plus para los jubilados que cobran la mínima.
Así, se acordó finalmente que el bono sea sólo para el sector privado, y que se haga en dos partes: $2.500 en noviembre y $2.500 en el mes de enero de 2019.
Héctor Daer, secretario general de la central, dijo tras la larga reunión que los avances en la negociación por el plus de fin de año «aleja las posibilidades» de un paro de 36 horas en noviembre, tal como piden algunos sectores gremiales.
Daer rechazó uno de los planteos principales que hicieron los representantes del empresariado, que afirmaron que ante el escenario de dificultad en algunas compañías era necesario tener pago extra a cuenta de futuras paritarias.
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