Bomba antibúnker GBU-75: la tecnología que impactó en el ataque a las centrales nucleares de Irán

El reciente ataque de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares clave de Irán puso en el centro del debate militar y geopolítico la GBU-57/B Massive Ordnance Penetrator (GBU-57/B, MOP): una bomba diseñada para neutralizar amenazas nucleares resguardadas en complejos subterráneos. Con un peso de 13.600 kilogramos (alrededor de 30.000 libras), la MOP es capaz de perforar gruesas capas de roca, suelo y concreto, representando una evolución en la estrategia para enfrentar búnkeres profundos.

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El diseño de la MOP respondió a la necesidad de demoler refugios subterráneos capaces de proteger el enriquecimiento de uranio y la producción de componentes críticos en el desarrollo de armamento nuclear en Irán. La capacidad de la MOP para atravesar decenas de metros de concreto y roca caliza representa un desafío para instalaciones nucleares resguardadas a profundidades sin precedentes.

Los ataques exitosos revelan el encuadre estratégico en el que la MOP se emplea. Su integración al B-2 Spirit, el único bombardero furtivo habilitado para transportarla y lanzarla, le confiere tanto un elemento de exclusividad operacional como una limitación táctica, requiriendo planificación meticulosa y garantías de acceso aéreo sobre el objetivo.

La MOP introduce riesgos de escalada en la región, redefiniendo el equilibrio de poder y obligando a actores estatales y no estatales a reconsiderar la viabilidad de esconder capacidades estratégicas de la ofensiva aérea de una superpotencia. Su uso representa la consumación de un programa de armamento iniciado ante la constatación de que la proliferación nuclear se blindaba en profundidades subterráneas inéditas, redefiniendo la balanza internacional temporalmente.