Con un rendimiento alejado de las grandes luces, en parte por la presencia en cancha de un equipo alternativo porque su objetivo principal es la Copa Libertadores, Bocano pudo quebrar a un prolijo Rosario Central y empató 0-0 en La Bombonera, por la novena fecha de la Superliga Argentina de Fútbol.
Guillermo Barros Schelotto dispuso una formación inicial con marcada tendencia hacia el ataque, ante un rival que le cerró todos los caminos y opacó las virtudes de sus hombres de ataque.
Después de un primer tiempo intenso y friccionado, el complemento entregó una dosis mayor de espacios fértiles para atacar y en el cierre del encuentro llegaron las máximas emociones, porque además de generarse situaciones de riesgo para ambos equipos, se produjo la expulsión el juvenil de Central Joaquín Pereyra.
El gol, al cabo, no llegó en ninguno de los arcos y Boca, que intentó más que su rival, debió conformarse con el empate, en el duelo previo al crucial choque del miércoles como local ante Palmeiras de Brasil.
Los colombianos Edwin Cardona y Sebastián Villa aportaron algún lujo y una cuota de velocidad, respectivamente, pero ambos carecieron de claridad en los últimos metros, algo importante en esa zona de fuego.
De hecho, la única aproximación de riesgo para el local en medio de un trámite áspero y parejo en el capítulo inicial fue a través de un tiro libre de Cardona que no llegó a inquietar a Jeremías Ledesma.
Por lo demás, a Fernando Gago y Agustín Almendra le costó perforar líneas, Mauro Zárate fue absorbido por la marca de Central y Darío Benedetto quedó algo alejado de sus compañeros.
Apenas algunas trepadas entusiastas del resistido Gino Peruzzi pudieron contarse como intenciones positivas dentro de un primer capítulo sin demasiadas ideas.
Central, por su parte, apostó a su juego y no pasó mayores complicaciones. Washington Camacho, de buen inicio de partido, probó de media distancia y el balón pasó cerca del palo izquierdo, mientras que Fernando Zampedri exigió a Agustín Rossi, en las acciones de riesgo para la visita.
Boca reacomodó sus piezas promediando el complemento, cuando Pablo Pérezingresó por Mauro Zárate, tras sufrir dos llegadas de Central: un cabezazo defectuoso de Marcelo Ortiz que no tuvo problemas en contener Rossi y una definición de Parotque de milagro no fue gol, cuando todos pensaban que estaba adelantado.
Apenas un desborde por izquierda de Cardona que Ledesma amortiguó y un defensor rechazó, fue todo lo que el local construyó hasta que Guillermo se decidió a rearmar la estructura del equipo con la incorporación al partido de Pérez, un volante que podía aportarle más creación en la mitad de la cancha.
Pero el funcionamiento, tal como seguramente esperaba el entrenador, no apareció. Y las restantes soluciones que podía entregar el banco de suplentes, tardaron en llegar.
Por caso, Carlos Tevez, sorprendentemente suplente en el duelo de hoy, entró en juego luego de cumplirse la media hora por un Benedetto que sólo llevó peligro tras un pase largo de Fernando Gago y en otra jugada que autogestionó, con un disparo lejano.
En tiempo cumplido, Central casi se queda con el partido en dos oportunidades, ambas desperdiciadas por Federico Carrizo.
El local no quiso ser menos y también dilapidó una situación increíble en el adicionado. Fue Pablo Pérez el que se llevó por delante el centro rasante de Villaabajo del arco, acosado por la marca de Gonzalo Bettini.
Pocos fueron los futbolistas de Boca que aprovecharon la oportunidad de poner en aprietos a su entrenador, al momento de conformar la formación para el miércoles. Quizás Cardonapor atrevimiento y buenas intenciones, y Villa, por las mismas razones, pero no mucho más.
Boca sumó un empate con sabor agridulce en La Bombonera, y ya piensa en Palmeiras y su objetivo máximo: la Copa Libertadores.
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