El delantero remató cruzado un pase de Cristian Pavón y anotó el único tanto con el que Boca se impuso en La Bombonera en la previa del Superclásico.
Por la décimo tercera fecha de la Liga Profesional de Fútbol, Boca venció a Colón de Santa Fe 1-0 en La Bombonera y amplió la racha invicta de Sebastián Battaglia como entrenador.
El único gol lo marcó el delantero Nicolás Orsini, que recibió un pase de Pavón y definió con un disparo cruzado para debutar en las redes con la camiseta Xeneize.
El partido gozó de un arranque dinámico, con dos equipos dispuestos a la ofensiva y enfocados en plantarse en campo contrario. Ya el primer cuarto de hora fue un fiel reflejo de lo que ambos salieron a buscar: Facundo Farías dio el aviso inicial con un disparo desde afuera que atajó Rossi en dos tiempos y luego el travesaño le negó el grito a Cristian Pavón.
Con el correr de los minutos, el conjunto de Sebastián Battaglia asumió el protagonismo y fue usurpando terreno rival con su intención de ubicar a Pavón por la banda derecha, desde donde el local generó el mayor de los peligros. Por allí se filtró el cordobés en reiteradas ocasiones y puso en duda a la última línea sabalera. Sobre todo cuando logró conectarse con Rodrigo Montes.
Colón ofreció sus mejores producciones cuando la pelota pasó por Cristian Ferreira, quien con su pegada, desequilibrio y buena lectura se mostró como una pesadilla para los boquenses. A falta de diez minutos para el final del primer periodo, el exRiver se hizo cargo de un tiro libre, ejecutó al palo del arquero de Boca (que ya había dado un paso hacia el otro lado) y la pelota salió apenas desviada.
Tras una primera etapa sin goles, la única alegría de la noche llegaría en el complemento. A pesar del dominio, Boca casi no había pisado el área cuando Nicolás Orsini estampó la apertura del marcador. Cristian Pavón otra vez fue clave en la ofensiva y le dejó el grito servido en bandeja al delantero con una habilitación que le permitió quedar de frente al arco para luego lucirse con una buena definición cruzada.
Después, por instinto de supervivencia, Colón se empecinó con el empate y avanzó decidido a encontrarlo. No lo halló porque se enfrentó con un Rossi siempre certero y porque pecó de ingenuo en la terminación de las jugadas que logró enlazar, como la que protagonizó Farías a diez del final.
Terminó siendo un resultado ajustado al desarrollo del partido y merecido para Boca, que se mantuvo durante la mayor parte como el dueño del juego y las acciones de vértigo. La victoria no solo significa estirar una racha invicta al mando de Sebastián Battaglia como DT, sino que es clave para llegar al Superclásico del próximo domingo con un envión anímico importante, que sin duda necesitará para sobreponerse en un escenario adverso, ante más de 36 mil hinchas de River.
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