En la década de los ochenta, mientras Arnold Schwarzenegger era una leyenda, un nombre destacó entre los fisicoculturistas: Bob Paris, conocido como ‘The Flawless Marvel’. A pesar de su estética imponente, su mayor legado no fue su físico, sino la valentía de revelar su homosexualidad en una época de gran intolerancia. Nacido en 1959 en Columbus, Indiana, encontró en el fisicoculturismo una vía de escape a su difícil infancia marcada por divorcios y silencios. Convertido en profesional a los 25, sus logros en la disciplina lo llevaron a ser reconocido como el molde ideal del atleta masculino. Sin embargo, en lo privado, vivía dividido al mantener en secreto su orientación sexual, temiendo el rechazo del público y la industria. Su valentía se hizo evidente en 1989, al declararse gay públicamente, convirtiéndose en el primer atleta profesional activo en hacerlo a través de una entrevista con la revista Iron Man Magazine. Esta valentía le costó contratos, patrocinios e incluso amenazas de muerte, pero también recibió miles de mensajes de apoyo. A partir de entonces, se convirtió en un activista, recorriendo universidades como conferencista y abogando por la visibilidad LGBTQ+. A pesar de las dificultades, encontró el amor y hoy, retirado del fisicoculturismo, continúa su activismo junto a su esposo Brian LeFurgey, siendo recordado como un símbolo de autenticidad y valentía en un mundo que aún luchaba contra la intolerancia.
Bob Paris: ícono del fisicoculturismo en los 80 y su valentía al revelar su homosexualidad
