La ONU alerta sobre el fortalecimiento de grupos extremistas como Estado Islámico (EI) y Al Qaeda en África, con riesgos crecientes para Siria. Según el informe, estas organizaciones consolidan su poder territorial en África y ven a Siria como una base estratégica para operaciones externas.
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AMENAZA EN ÁFRICA
En África Occidental, el grupo Jama’at Nasr al-Islam wal-Muslimin (JNIM), vinculado a Al Qaeda, y al-Shabaab en África Oriental han ampliado su alcance, mientras que en el Sahel, JNIM opera con relativa libertad en el norte de Malí y en gran parte de Burkina Faso. El Estado Islámico muestra signos de resurgimiento, principalmente a lo largo de la frontera entre Níger y Nigeria.
RIESGOS EN SIRIA
En Siria, la actividad es calificada como ‘volátil y precaria’ seis meses después de la caída del régimen de Bashar al-Assad. Más de 5.000 combatientes extranjeros habrían participado en la ofensiva que culminó con la toma de Damasco el 8 de diciembre, según el informe.
RIESGO TERRORISTA
En Occidente, la filial de EI en Afganistán, conocida como grupo Jorasán, representa ‘la amenaza más significativa’, especialmente a través de la radicalización de individuos en redes sociales y plataformas cifradas. En Estados Unidos, se han frustrado varios atentados inspirados por EI o motivados por el conflicto en Gaza.
FINANCIACIÓN Y TECNOLOGÍA
La tendencia preocupante es el uso creciente de tecnologías para eludir controles financieros, y la disminución de los ingresos y sueldos de los combatientes de Estado Islámico, reflejando dificultades económicas.
Los principales grupos yihadistas continúan adaptándose y buscando nuevas plataformas para proyectar violencia más allá de sus zonas de influencia directa, concluye el informe de la ONU.