Luego de anunciar la salida del cepo cambiario y de cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno argentino tiene en la mira una negociación con Estados Unidos para reducir los aranceles, en medio de la guerra comercial global. Desde la administración de Donald Trump, que comenzó a incrementar los impuestos a las importaciones, se espera que las conversaciones resulten favorables. En febrero, el gobierno argentino minimizó el impacto de las políticas proteccionistas de Trump, enfocándose en impulsar un tratado de libre comercio en lugar de aumentar aranceles. A pesar de las tensiones iniciales debido a los aranceles impuestos por EE. UU. al acero y al aluminio, se espera que las negociaciones sean positivas debido a la buena relación entre los líderes de ambos países y el interés mutuo en la apertura de importaciones.
El Gobierno argentino busca proponer un acuerdo de libre comercio a la administración de Trump, confiando en ser uno de los primeros en negociar y obtener condiciones favorables. Sin embargo, el Mercosur presenta un desafío, ya que restringe la posibilidad de concretar acuerdos comerciales con países fuera del bloque. A pesar de las trabas burocráticas para abandonar el Mercosur, se exploran posibilidades de acuerdos regionales. Brasil se muestra como el principal obstáculo, al ser reticente a modificar el bloque que protege su producción. En contraste, Paraguay y Uruguay apoyan las reformas propuestas por Argentina.
En un intento por flexibilizar las normas del Mercosur, el canciller Gerardo Werthein se reunió con sus pares del bloque regional y avanzó en las conversaciones con el gobierno de EE. UU. El viernes, se emitió un comunicado conjunto donde se destaca la importancia de enfrentar los desafíos del contexto internacional, acordando ampliar temporalmente la Lista Nacional de Excepciones al Arancel Externo Común. Se espera que el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott K.H. Bessent, visite Buenos Aires para continuar fortaleciendo la relación bilateral, con la posibilidad de que se apruebe un préstamo paralelo al del FMI para reforzar las reservas del Banco Central argentino.