Guillermo Francos llegó a la sede del Colegio de Abogados en la calle Montevideo con una sonrisa de oreja a oreja a pesar de que había dormido unas pocas horas después de la votación en el Senado. Rodeado de su equipo de comunicación y asesores, subió al primer piso y conversó durante media hora con el presidente de la entidad, Alberto Garay. Después, el jefe de Gabinete bajó las empinadas escaleras del antiguo edificio, atravesó el salón saludando a los comensales que lo esperaban en las mesas y se ubicó en la mesa principal, rodeado de los principales referentes de los bufetes que habían comprado cubiertos para el almuerzo de reencuentro. Entre ellos también se encontraba uno de los candidatos del Gobierno para ocupar una vacante en la Corte Suprema, Manuel García Mansilla, que había sido invitado especialmente.
La cita estaba preparada desde hacía semanas, incluso desde que Francos todavía era ministro del Interior. Pero no quiso postergarla, dijo. Entre chistes que exhibían su júbilo (por ejemplo, contó que ayer era su aniversario de casado y que vio la votación con su esposa en la Casa Rosada), el jefe de Gabinete festejó, pero también disparó contra los senadores que pusieron palos en la rueda, y aseguró que la prioridad del Gobierno será insistir en los puntos de la reforma fiscal. No más adelante, con otros proyectos, sino de inmediato, en el regreso a la Cámara baja.
De hecho, esta misma tarde el funcionario líder del ala dialoguista se encuentra reunido en la Cámara de Diputados con los jefes de los bloques para tantear el ambiente político después de la votación. La cita se armó esta mañana a las apuradas, para empezar a avanzar lo más rápido posible en las negociaciones para el debate del 24, cuando la ley Bases sería finalmente sancionada, si no hay sorpresas. “Pasó mucha agua abajo del puente, no sabemos cómo están, qué esperan”, dijeron en la Jefatura de Gabinete sobre el clima en las bancadas de Cristian Ritondo y Miguel Ángel Pichetto.
La prioridad de Milei es el paquete fiscal, y dicen que le importa más, incluso, que la privatización de Aerolíneas Argentinas, el Correo y Radio y Televisión Abierta (RTA), los otros temas que quedaron en el escabroso proceso de debate en el Senado. En particular, de manera casi excluyente, insistirán con bienes personales y Ganancias. “Es un día optimista, en los mercados también. Vamos bien, vamos a ver cuánto dura”, se atajó. Pero luego volvió a la carga: “Le torcimos el brazo al kirchnerismo, fue un avance cultural muy importante”, dijo, en un tiro por elevación también al senador radical Martín Lousteau, aunque no lo mencionó.
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