Con triunfos en Chaco, batacazo en Salta y buena performance en Jujuy, Milei consolida su proyecto territorial. El peronismo K, en retroceso electoral.
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El mapa político del interior argentino se volvió a reconfigurar tras el «súper domingo» electoral, donde el Gobierno nacional celebró avances significativos en provincias clave como Chaco, Salta y Jujuy, en un escenario que dejó al kirchnerismo en franca retirada y al peronismo desdibujado en su versión nacional.
Javier Milei dio la señal de festejo con su habitual grito de guerra en redes: «¡Viva la libertad, carajo!», junto a la imagen de Emilia Orozco, la gran revelación libertaria en la capital de Salta, donde venció en el único distrito que no logró retener el gobernador Gustavo Sáenz.
Los libertarios crecen donde antes no existían
El dato más resonante fue el batacazo salteño, donde Orozco se impuso con el apoyo de operadores nacionales de peso como Daniel “El Gordo Dan” Parisini, Agustín Romo e Iñaki Gutiérrez, enviados por el asesor estrella Santiago Caputo.
En Chaco, La Libertad Avanza selló una alianza estratégica con el gobernador radical Leandro Zdero, que resultó clave para derrotar al exmandatario kirchnerista Jorge Capitanich, mientras que en San Salvador de Jujuy, el espacio libertario cosechó buenos resultados con concejales electos.
“Hay que tener una estrategia distinta para cada distrito”, admitieron desde la Casa Rosada, revelando matices internos entre la línea de Karina Milei y los Menem, y la visión más territorial de Caputo.
El kirchnerismo se achica en provincias clave
Los análisis de los consultores políticos fueron coincidentes en un punto: el kirchnerismo fue el gran perdedor de la jornada. “En Salta y Jujuy tendió a desaparecer”, dijo Patricia Bullrich, mientras Karina Milei capitalizaba los éxitos libertarios como parte de la estrategia de construcción federal del oficialismo.
Federico Aurelio (Aresco) y Facundo Nejamkis (Opina Argentina) destacaron que los oficialismos provinciales salieron fortalecidos, y que La Libertad Avanza fue el único espacio nacional con presencia efectiva. En tanto, Gustavo Córdoba (Zuban Córdoba) remarcó el “desenganche” creciente entre lo provincial y lo nacional, donde los viejos sellos como el PJ o el PRO “ni figuran”.
El radicalismo resiste, el PRO se diluye y la izquierda pierde terreno
Aunque golpeado a nivel nacional, el radicalismo retuvo Jujuy y ganó Chaco, lo que refleja su peso territorial cuando gobierna. En contraste, el PRO quedó relegado sin impacto ni candidatos competitivos, y la izquierda retrocedió, incluso en bastiones como Jujuy, donde Alejandro Vilca no logró sostener sus números históricos.
Participación en baja y alerta por el sistema político
Uno de los datos que encendió alarmas fue la baja participación electoral. Según Córdoba, “es la elección con menor concurrencia desde 1983 en varias provincias”, y reflejaría una desafección ciudadana que comenzó en 2023 y se profundiza en 2025.
Para muchos analistas, el mayor desafío político no es solo quién gana, sino cómo volver a convocar a una sociedad desencantada, que en parte encontró eco en Milei, pero que aún no se traduce en una mayoría sólida a nivel local.
La Libertad Avanza avanza, el kirchnerismo se repliega y las provincias marcan el pulso del nuevo mapa político argentino, cada vez más atomizado y territorializado.