El buque de carga Morning Midas, que transportaba cerca de 3.000 vehículos nuevos desde China hacia México, terminó en el fondo del océano Pacífico, a unos 770 kilómetros de la costa de las Islas Aleutianas de Alaska. Ha puesto en alerta a las autoridades marítimas y ambientales, aunque hasta el momento no se han detectado daños ecológicos inmediatos.
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INCIDENTE EN EL PACÍFICO
El buque, gestionado por la empresa londinense Zodiac Maritime, llevaba a bordo una carga compuesta por aproximadamente 3.000 automóviles, entre los que se encontraban cerca de 70 vehículos totalmente eléctricos y unos 680 híbridos.
El incidente comenzó con un incendio a bordo y culminó con la pérdida total del navío, provocando que la tripulación tuviera que evacuar la nave. Aunque todos fueron rescatados, la magnitud del incendio y las condiciones adversas del clima impidieron que la tripulación pudiera controlar las llamas, llevando a la decisión de abandonar el barco.
La empresa Zodiac Maritime confirmó el hundimiento del carguero y subrayó que, como medida de precaución, dos remolcadores de salvamento con equipo de control de contaminación permanecerán en el lugar para monitorear cualquier signo de contaminación o escombros.
RAZONES DEL SINIESTRO
El origen del incendio parece estar vinculado a la carga de vehículos eléctricos y híbridos, reavivando el debate sobre los riesgos asociados al transporte marítimo de automóviles con baterías de litio.
La incertidumbre persiste respecto al destino de los vehículos transportados, representando un golpe económico considerable. La pérdida de la carga se produce en un contexto de creciente preocupación internacional por la seguridad en el transporte marítimo de vehículos, especialmente aquellos equipados con baterías eléctricas.