El jefe de Estado soslaya las funciones del ministro del Interior en el Gabinete, mientras que en el kirchnerismo aseguran que lo excluyó del acto de Lula con los organismos de derechos humanos para perjudicar una posible candidatura.
Alberto Fernández no se habla con Eduardo “Wado” de Pedro y asegura que le vació el Ministerio del Interior. De Pedro exhibió su irritación política con el Presidente a través de una comunicación informal (un off the record, en la jerga de los periodistas) que describía su estado de ánimo por haber sido excluido de un acto que Lula da Silva compartió con representantes de organismos de derechos humanos.
Nunca sucedió en cuarenta años de democracia que un jefe de Estado y un ministro del Interior se recelen mutuamente y no haya cambio de Gabinete.
La crisis política que enfrenta a Alberto Fernández con De Pedro es un reflejo perfecto de la puja palaciega que protagonizan el Presidente con Cristina Kirchner. El ministro del Interior responde a la Vicepresidenta y se prepara para enfrentar al jefe de Estado en la interna del Frente de Todos.
Es decir: Alberto Fernández desea su reelección y CFK apoya a De Pedro para que eso no ocurra.
En este contexto, que transformó a la Casa Rosada en una jungla política, el Presidente y el ministro hacen guerra de guerrillas. Alberto Fernández se dedica a dialogar con los gobernadores e intendentes del conurbano, mientras que Juan Manuel Olmos -su amigo y vicejefe de Gabinete- articula la relación política con el Senado y la Cámara de Diputados.
De Pedro, entonces, tiene escaso juego político. Ha sido restringido con los mandatarios provinciales y escasean sus contactos formales con los legisladores oficialistas. En el Parlamento ya saben que Olmos es el nexo exclusivo con el despacho presidencial.
Cuando De Pedro instruyó a sus asesores de confianza para que filtren a los medios su off the record, la tensión con Alberto Fernández se multiplicó hasta cerca del infinito. El Presidente leyó que su Ministro del Interior había iniciado una ofensiva pública y que ello no podría haber pasado sin la venia de la vicepresidenta.
El off the record aseguraba que De Pedro estaba “dolido” por haber sido excluido de la reunión de los organismos de derechos humanos con Lula da Silva.
En la intimidad de la Casa Rosada, Alberto Fernández rechazó los reclamos del ministro del Interior y aseguró que no tuvo “nada que ver” con las invitaciones cursadas para ese acto que compartió Da Silva con Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y Taty Almeida, entre otros referentes de los organismos de derechos humanos.
“Wado” de Pedro se enteró del descargo del Presidente. Y no le creyó. “Sé cómo fue”, le dijo -irritado- a sus asesores de confianza.
La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, chateó con el ministro del Interior para conocer su posición. De Pedro dio una respuesta puntual a la portavoz, que le había enviado a su WhatsApp un título de un portal que se edita en Capital Federal. Con esa respuesta, la portavoz intentó bajar la crisis interna durante una minúscula conversación que mantuvo con un puñado de periodistas acreditados en Gobierno.
La jugada fracasó. Los voceros del Ministerio del Interior replicaron que De Pedro no retrocedía y que seguía pensando que Alberto Fernández -adrede- lo había excluido de la reunión con Lula y los organismos de derechos humanos. “Sigue pensando lo mismo, no cambió nada”, dijeron los voceros del ministro -ayer y hoy- a Infobae.
-¿Qué vas a hacer con “Wado”?-, le preguntaron al Presidente.
-Primero necesito que “Wado” confirme o desmienta su off the record. Y después actuaré.
-¿Vas a hablar con él?
-Yo no. Necesito saber si confirma lo que supuestamente le filtraron a los periodistas.
Pese las conversaciones entre ambas facciones internas, el Presidente no logró que De Pedro hiciera una aclaración pública. De Pedro asegura que se siente mal por la exclusión que atribuye a Alberto Fernández, y no se cansa de repetir -a través de chats y llamadas telefónicas- que su reacción no implicó una nueva ofensiva del kirchnerismo en contra de la Casa Rosada.
“Estoy dolido por lo que pasó. No tiene nada que ver con la interna”, repite como una letanía, el ministro del Interior.
En las cercanías de Alberto Fernández no creen en De Pedro. Sostienen que CFK reinició su avanzada contra el Presidente, y que utilizó su off the record para quebrar la tregua tácita en el Frente de Todos.
Entonces, a partir de este juicio de valor, Balcarce 50 inició una réplica que fue protagonizada por Victoria Tolosa Paz, ministra de Desarrollo Social. Tolosa Paz es amiga personal del Presidente y una aliada incondicional en el Gabinete.
La ministra jugó una carta que puede causar un desenlace final de esta nueva crisis en el Gobierno. Alberto Fernández no actuará contra De Pedro hasta saber si desmiente su off the record o no. Y por eso Tolosa Paz irrumpió en los medios de comunicación buscando resolver la duda clave que tiene el jefe de Estado.
“No me queda muy claro si es una información en off del ministro o de su entorno. Si fueron declaraciones del propio ministro, creo que es un buen momento para aclarar si es un trascendido mediático utilizado para algún sentido. Es buen momento para que el ministro De Pedro pueda aclarar si esto ocurrió o no porque ponen en boca de él alguna situación como falta de códigos. Si hay falta de códigos en todo caso es en referencia de quiénes son parte de un Gobierno y critican al Gobierno”, sostuvo Tolosa Paz.
Y remató: “Deberíamos aprender a reflexionar. Pongo en tela de juicio que sea cierto. De no ser cierto hay que aclararlo. Y de ser cierto claramente invito a reflexionar sobre las faltas de códigos. En todo caso quienes están dentro del Gobierno y critican como si estuvieran afuera, hay que definirse. O estás adentro o afuera”.
Wado de Pedro ya leyó las declaraciones de Tolosa Paz. Y entendió el mensaje del Presidente.
Ahora, le tocaría mover.
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