Una alarma estremecedora anuncia que los misiles balísticos de Irán comienzan a caer sobre Jerusalén y Tel Aviv, provocando desolación y ausencia en las calles y avenidas. En el Hotel King David, con tanta historia como el Estado de Israel, se invita a refugiarse mientras los misiles y drones iraníes entran al país.
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Mientras suena la sirena, los huéspedes del refugio observan atentamente, algunos rezan en Idish, se comparte agua tibia y todos tratan de mantener la calma. La operación militar “León Naciente” tiene como objetivo anular el sistema de defensa de Irán y destruir sus fábricas de drones y misiles balísticos. La inteligencia de Israel preparó la operación durante diez meses, con participación clave del Mossad en territorio enemigo. Hasta el momento, la operación ha tenido resultados satisfactorios, sin bajas en las tropas israelíes, y fuertes estragos en el sistema militar de Irán.
La incertidumbre y tensión han llevado a los huéspedes a vivir una noche atípica, simulando que es normal pasar el viernes de Shabat en un refugio del histórico Hotel King David, mientras los misiles hacen sentir su amenaza. Donald Trump conocía el proyecto secreto de Benjamín Netanyahu, pero su inclinación a una solución negociada con Irán cambió ante la insistencia del primer ministro de Israel, quien solo cree en la opción militar para terminar con la capacidad atómica de Teherán.