Una alarma estremecedora anuncia que los misiles balísticos lanzados por Irán están cayendo sobre Jerusalén y Tel Aviv. En el Hotel King David, la desolación reina en las calles, con ausencia total de personas. El gerente del hotel invita a entrar al refugio, donde los presentes buscan resguardarse de los misiles. En el búnker, la tensión se respira mientras se reciben alertas de misiles cercanos. La operación militar ‘León Naciente’ busca anular el sistema de defensa de Irán y destruir sus fábricas de drones y misiles balísticos. La incertidumbre se apodera del ambiente, mientras se espera la ejecución de la operación que inició a raíz de una decisión estratégica aprobada por Netanyahu.
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El refugio del hotel, testigo mudo de las guerras pasadas, se convierte en el escenario de la noche del viernes, donde los presentes simulan que es normal enfrentar la situación. El presidente de los Estados Unidos asumió que el líder religioso Ali Khameini no aceptaría un acuerdo diplomático, cambiando así su postura sobre el diálogo con Irán. Mientras tanto, la operación militar ‘León Naciente’, preparada durante 10 meses, ha tenido un impacto significativo en el sistema militar iraní, sin bajas conocidas en las tropas israelíes.
INTELIGENCIA Y ESTRATEGIA
La acción preventiva inició en la madrugada del viernes 13 de junio, con el Mossad teniendo un papel clave en el territorio enemigo. La operación ‘León Naciente’, aprobada por Netanyahu, busca eliminar la capacidad atómica de Teherán a través de un enfoque militar. Hasta el momento, la operación ha tenido resultados favorables, con importantes daños infligidos al sistema militar iraní y ninguna baja en las tropas israelíes. La incertidumbre sobre el desenlace de esta situación mantiene en vilo a Jerusalén y al mundo entero.