Al estilo Mi Pobre Angelito: un adolescente se confundió de avión y terminó varado a miles de kilómetros de su hogar

La confusión de un menor en unaeropuerto, que termina subiendo a un avión equivocado rumbo a un destino inesperado, evoca escenas conocidas por muchos gracias al cine, como ocurre en“Mi Pobre Angelito 2: Perdido en Nueva York”. En la película, el jovenKevin McCallisterresulta separado accidentalmente de su familia durante el ajetreo en una terminal y aborda un vuelo erróneo que lo lleva a iniciar una aventura en otra ciudad.

Un episodio reciente en la isla de Menorca revela que lascoincidenciasentre la ficción y la realidadpueden superar toda expectativa.

El adolescente británico de 15 años perdió contacto con su familia en el concurrido aeropuerto deMahón, enMenorca, cuando se preparaban para regresar juntos aLondres, en un vuelo operado porTuihaciaStansted. En medio del movimiento y la confusión habituales de la terminal, el joven logró separarse y, sin formar parte del grupo familiar, terminó embarcando en un vuelo inesperado rumbo aItalia.

Según detallóThe Guardian, la ausencia del menor fue advertida por sus padres poco antes de que partieran hacia su destino previsto. Ante la imposibilidad de localizarlo en el área de embarque,alertaron de inmediato al personal aeroportuario, desencadenando la activación del protocolo para menores desaparecidos en las instalaciones.

Lo sorprendente, de acuerdo con las cámaras de seguridad examinadas posteriormente, fue la capacidad del adolescente paraevadir los controles estándares y acceder a un vuelo diferente, en este caso de la compañíaEasyJet, que lo llevaría al aeropuerto de Milán Malpensa. Abordó el avión sin portar el billete correspondiente ni la documentación, hecho que más adelante generaríainterrogantes acerca de los procedimientos de seguridad y supervisión practicados.

Ante la alerta por la desaparición del adolescente británico en el aeropuerto deMahón, las autoridades activaron de inmediato los protocolos de respuesta para menores extraviados. Lapolicía nacionalenMallorcainformó que el personal policial revisó cuidadosamente las cámaras de videovigilancia en la zona de salidas para reconstruir los movimientos del joven. Gracias al seguimiento de las imágenes, los agentes descubrieron que el adolescente se había separado del grupo familiar y que, por un descuido, logró acceder al embarque de un vuelo con destino distinto al que tenía previsto.

El aeropuerto no tardó en poner en marcha el sistema de alerta para niños perdidos, un procedimiento diseñado para localizar a menores en situación de riesgo dentro de sus instalaciones. Este dispositivo fue desactivado solo cuando las fuerzas de seguridad confirmaron, mediante las grabaciones y el cruce de información, que el joven ya se encontraba en pleno trayecto aéreo rumbo aItalia.

La eficacia de la respuesta institucional permitióesclarecer rápidamente el destino del menory fijar la atención en la seguridad de los protocolos aeroportuarios. El caso también puso en evidencia lacoordinación entre cuerpos policiales, operadores aeroportuarios y aerolíneas.

La dimensión del error solo se comprendió cuando, ya en pleno vuelo, el personal deEasyJetdetectó la presencia de un pasajero sin los documentos ni el billete requeridos. Al darse cuenta de la situación, la tripulación comunicó el incidente a la base y coordinó la recepción del menor en el aeropuerto deMilán, donde fue atendido por representantes de la aerolínea y las autoridades locales. EasyJet se encargó de organizar la llegada y la atención del adolescente, asegurando tanto su protección inmediata como la disposición de un encuentro rápido con su familia.

Un portavoz de la compañía aérea comunicó que se estaba investigando lo ocurrido y colaborando con el aeropuerto deMahóny el proveedor de servicios en tierra para determinar cómo fue posible que el joven viajara sin acompañamiento y con rumbo a un país diferente del previsto. Este esfuerzo refleja una preocupación persistente respecto a la supervisión en los controles de embarque y la necesidad de revisar los procedimientos para evitar incidentes similares en el futuro.

Simultáneamente, Tui, la aerolínea con la que la familia tenía programado el viaje original, participó en el seguimiento del caso desde el momento en que se notificó la desaparición del menor. Lacoordinación entre ambas compañías y los cuerpos policiales de ambos países fue clavepara que los hechos no derivaran en consecuencias más graves y para dar una respuesta rápida a las inquietudes familiares.

Poco tiempo después del suceso, la madre del adolescente decidió viajar hastaItaliay logró reunirse con él el mismo lunes en el aeropuerto deMilán.EasyJet, junto con las autoridades locales, facilitó este reencuentro y gestionó los desplazamientos para garantizar la integridad y el bienestar del joven. La empresa también aseguró que seguiría en contacto con la familia para ofrecer apoyo durante el proceso posterior.

La identidad de la familia no ha sido revelada, pero tantoThe Guardiancomo la policía nacional de Mallorca, confirmaron queel joven pudo regresar con los suyos, dándole así un desenlace feliz a la situación.