Una apuesta más. Sólo otro giro virtual de una ruleta. Esta vez se puede ganar, recuperar lo perdido. Y parar. Pero salir del círculo vicioso de los juegos de azar no es tan fácil. Menos para los adolescentes, vulnerables a los consumos compulsivos, que crecieron frente a la omnipresencia de las pantallas. Los casinos online lograron entrometerse en su vida cotidiana y también en las aulas. En algunas provincias relevadas, la edad promedio para el inicio es de apenas 12 años y se registra cada vez más.
Los sitios de apuestas deportivas o casinos online parecen inundarlo todo. Están en las camisetas de los principales equipos de fútbol, en las publicidades de redes sociales y en las recomendaciones de algunos influencers. A través de herramientas de Inteligencia Artificial (AI), algunas casas de apuestas engañan a los consumidores para hacerlos creer que Lionel Messi o Cristiano Ronaldo los están invitado a jugar. Y ahí llega el primer click.
«La adolescencia es una etapa muy particular en el desarrollo evolutivo del ser humano. Empiezan a consolidar su identidad personal con distintos pruebas para explorar el mundo adulto. En ese proceso de prueba y error buscar transgredir las normas y probar lo nuevo», explicó Fabiana Del Col, Doctora en Psicología y especialista en clínica infanto juvenil de una Universidad de Flores (UFLO) sede Comahue. «Empiezan a probar cosas que saben que no son las ideales pero creen que pueden realizarlas por un tiempo y después controlarlas», dijo y agregó: «Pero muchas veces se les van de las manos».
Lo que comienza como un simple click, una apuesta al azar, puede convertirse en un consumo desmedido y hasta problemático, que se ve de manera más frecuente y en edades cada vez más bajas. «En años anteriores lo veíamos con consumo de sustancias o probar realidades nuevas», dijo la profesional y agregó: «Hoy la tecnología interfiere sus relaciones vinculares, tienen celular en la mano las 24 horas del día y muchos también tienen notebook y tablet con acceso a contenidos online».
La exposición excesiva a las pantallas, sumado al acceso que tienen los adolescentes al dinero a través de la proliferación de billeteras virtuales, parecen ser un caldo de cultivo para despertar la ludopatía entre adolescentes. Sin embargo, la profesional señaló que muchas veces este uso abusivo de la tecnología se da porque los adolescentes también imitan las conductas de su entorno familiar.
El rol de las familias en la compulsión por las apuestas
«La realidad actual es que los adultos utilizan la tecnología de manera desmedida y abusiva, también interactúan con otras personas a través de estos medios», dijo y agregó: «Los adultos somos moldeadores de conductas de adolescentes y niños, por eso nos cuesta medir negociar o advertir sobre abuso de tecnología».
La diputada nacional por Neuquén, Nadia Márquez, con años de trayectoria en el ámbito educativo neuquino, también hizo hincapié en el rol de los adultos y los contextos familiares. «Lamentablemente quienes comenzamos a utilizar mal estas herramientas somos los propios padres, al darles a edades muy tempranas el acceso (casi irrestricto) a dispositivos electrónicos. Y más lamentable aun, que lo hacemos como forma de “entretener” (por no decir “sacarnos de encima”) al niño. Esto afecta gravemente su desarrollo».
Y agregó: «El uso del celular en la adolescencia está automatizando a los chicos. Necesitamos revertir esto. El adolescente se desarrolló utilizando el aparato electrónico como forma de auto calmarse, y ahora lo desvía al juego compulsivo».
Aunque estar pendientes del teléfono celular o hacer algunas apuestas en casinos online o sitios deportivos no siempre deriva en una compulsión al juego, la psicóloga Carla Reibold explicó que se ha incrementado el número de consultas de padres preocupados por este tema. «Hemos notado un aumento de casos. Además, la edad promedio de inicio era de 15 años pero ahora bajó a 12. Se da sobre todo en varones y en todas las clases sociales», afirmó.
¿Por que son tan adictivos?
La periodista especializada en tecnología, Carolina Hernández Cufré, mostró en un informe de Telefe que muchas empresas de juegos online ofrecen sumas millonarias a celebridades e influencers para que promocionen los sitios, y ahora sumaron una opción «más económica y fraudulenta», con videos falsos de líderes de opinión promocionando estas prácticas.
Así, muchos adolescentes creen que sus ídolos, figuras de la talla de Lionel Messi, los están invitando a promocionar un juego, cuando en realidad son videos trucados a través de programas que usan inteligencia artificial para imitar la voz y los gestos de las celebridades.
«Este tipo de juegos que usás en tu celular los tenés en tu cama, en el baño, en el sillón y tienen un truco, la gratificación aleatoria», dijo y agregó: «Es decir, a veces ganás, a veces perdés, pero creés que estás ganando y vas a ganarle al sistema». Así, muchos adolescentes juegan de manera más frecuente para poder recuperar el dinero perdido, con la idea de frenar ese comportamiento con su simple voluntad.
«El control de la impulsividad no está tan desarrollado», dijo Del Col y agregó: «Comienzan como algo divertido pero en la ansiedad de ganar la próxima vez y generar ganancias, empieza la compulsión». Reibold, por su parte, señaló que muchos adolescentes se inician en las apuestas deportivas o los casinos online como un mecanismo de integración al grupo de pares, ya que quieren sentir que pertenecen a un grupo y por eso realizan prácticas similares.
El Instituto Provincial de Juegos de Azar del Neuquén (IJAN) emitió un comunicado donde advirtieron acerca de los riesgos de que los menores de 18 años participen de juegos de apuestas online, debido a la proliferación de plataformas ilegales que operan «sin regulación ni salvaguardas».
Las autoridades provinciales de este instituto recordaron la prohibición de que menores de 18 años realicen apuestas y advirtieron sobre la existencia de páginas web truchas donde los jóvenes podrían jugar ilegalmente y ser víctimas de estafas.
«Si bien tanto los juegos de apuestas online como físicos están prohibidos para los menores de 18 años, este tipo de juegos tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años en esta franja etaria, de la mano de la disponibilidad creciente de tecnología y accesibilidad», señalaron en un comunicado.
Esta semana, el Fiscal Jefe, José Gerez, firmó un convenio con el IJAN para promover el «trabajo conjunto de ambos organismos para combatir y prevenir el juego ilegal online, en un contexto donde proliferaron las páginas web que ofrecen juegos de azar a los y las adolescentes menores de edad».
«Bajo esta premisa, el IJAN y el MPF coordinarán los procedimientos necesarios para bloquear aquellos accesos a páginas web de juegos online que no tengan la aprobación de una lotería oficial del país, ante el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM)», agregaron desde el Ministerio Público Fiscal.
«El juego ilegal online representa una seria amenaza para el bienestar y la seguridad de los menores», dijo Gerez a LMNeuquén. Y expresó su preocupación por el rol que pueden tener estos hábitos como disparadores de otras conductas ilícitas. «Este fenómeno puede afectar su rendimiento académico; puede conducir a endeudamientos indeseados, a la desvinculación de su entorno social y familiar; y así como también a la exposición a ambientes delictivos», afirmó.
Las especialistas señalaron que el juego online atraviesa a todas las clases sociales y comienza cada vez más temprano. Con la promesa de acceder al dinero fácil, hay adolescentes que ya tienen deudas millonarias con familiares o amigos a los que les pidieron dinero prestado para jugar. Sin embargo, las pérdidas monetarias no son el único problema: también la compulsión a jugar genera ansiedad, estrés y da pie a otras situaciones conflictivas para los adolescentes.
Reibold explicó que los adolescentes tienen acceso a la tecnología desde edades muy tempranas, por lo que crean perfiles falsos con facilidad paran burlar las normas de las páginas de juegos, que exigen una edad mínima de 18 años para participar. Así, y gracias al acceso que tienen a las billeteras virtuales, pueden comenzar a jugar de manera sencilla. El uso deriva en abuso y, más tarde, en compulsión, un proceso que se da de forma más veloz en el caso de los adolescentes.
Geraldine Peronace, a cargo del área de Drogodependencia y Alcoholismo de la Asociación de Psiquiatras de Argentina, fue citada por la revista Anfibia explicando las claves de este problema. Señaló que lo más grave de la ludopatía digital es que los usuarios “tienen la práctica de consumo al alcance de la mano las 24 horas”. Agregó que el celular les otorga «una disponibilidad permanente, cerebros híper estimulados y excitados con poco espacio de descanso. Lo que busca es la liberación inmediata de dopamina —el neurotransmisor principal del placer— y la gratificación instantánea, intensificada por la práctica de un scrolleo que nunca termina”.
Los efectos en las escuelas de Neuquén
Como se utilizan en celulares, la oferta de casinos y sitios de apuestas está presente en todas partes: en la casa, el transporte público y también la escuela. Sin embargo, su práctica es tan veloz y escurridiza que es imposible conocer hasta qué punto está presente en las aulas neuquinas.
Christian Widmann, director provincial de Educación Secundaria, señaló que en el área de Educación saben que la problemática existe y que avanza sobre la adolescencia y las juventudes, aunque no tuvieron información de casos específicos en Neuquén que incidan en la dinámica educativa. Si bien los celulares ya forman parte de la vida cotidiana dentro del aula, consideran que los conflictos se dan más en relación con los vínculos interpersonales que por las apuestas.
«Aunque resistíamos el uso del celular en el aula, durante la pandemia fue la única herramienta de vinculación pedagógica, y ahí fue cuando terminó ese debate sobre su uso entre los estudiantes», dijo a LMNeuquén. El funcionario consideró que cada generación tuvo un elemento que era foco de distracción, como los walkman, las cámaras digitales o hasta el mate dentro del aula, pero señaló que las redes sociales funcionan como un amplificador de conflictos entre pares.
«El celular y las redes son otras formas de espacio social, las cosas que pasaban en la presencialidad ahora se potencian en las redes sociales por su característica del anonimato», dijo y agregó que notan que agravios y falsas acusaciones virtuales terminan por detonar en la presencialidad. «La escuela no es el espacio donde se generan los conflictos, sino donde explotan», afirmó.
Para Windmann, las apuestas en línea todavía no fueron registradas en las aulas de Neuquén, aunque aclaró: «Sabemos que existen y nos las tomamos en serio». Según su evaluación, la principal preocupación en las escuelas secundarias sigue girando en torno a los consumos problemáticos de sustancias. Sin embargo, reconoció que la ludopatía cumple con ciertas características en común en cuanto a la compulsión y los efectos nocivos que genera.
El rol de las familias
En ese contexto, las voces neuquinas consultadas brindaron algunos consejos para abordar el problema, y que se centran en la presencia de los padres para permitir conversaciones sobre el uso de las pantallas y el manejo del dinero. Del Col aclaró que ofrecerles a los jóvenes el acceso a billeteras virtuales es una comodidad para los padres, que saben que sus hijos pueden tener independencia y cubrir sus necesidades en caso de que les toque moverse solos. Sin embargo, señaló que hace falta sostener con ellos conversaciones sobre el uso responsable del dinero.
Advierten sobre sobre el juego de apuestas online de menores
«A los entornos adultos les sugerimos generar comunicación abierta, que pueda compartir preocupaciones y experiencias», explicó, por su parte, Reibold. Y ofreció otras opciones de abordaje, como establecer límites, supervisar el tiempo que pasa el adolescente frente a la pantalla y predicar con el ejemplo, con un uso limitado de los dispositivos por parte de los adultos.
En caso de que los jóvenes ya tengan un hábito formado en torno a las apuestas, aconsejó que los padres promuevan en ellos la reducción del tiempo y el dinero que dedican al juego. A su vez, señaló que es importante conversar sobre la importancia de proteger la información personal en línea y promover que destinen ese tiempo a otras actividades que canalicen sus vínculos de pares, como los deportes.
Aunque la psicóloga destacó que las escuelas están trabajando para atravesar todos los contenidos desde una perspectiva tecnológica, como las clases de Educación Sexual Integral (ESI), que tienen en cuenta que la mayoría de los vínculos adolescentes están mediados por los chats y las aplicaciones, todavía no hay consensos para tratar el juego compulsivo.
Márquez señaló que la escuela no debería ser el primer recurso para revertir el problema, porque la clave está en los hábitos que se generan en el seno familiar. «Precisamos reforzar el valor de la familia, el involucramiento en la vida de los hijos de forma amorosa y correctiva. La familia tiene que ser el primer responsable, para que la escuela pueda acompañar», dijo y agregó: «Sin una familia fuerte, amorosa, que aliente y corrija, vamos a tener niños endebles, expuestos a los peligros no solo de internet, sino de la vida real. Familias fuertes, niños fuertes».
En un contexto donde todavía no existen regulaciones para este tipo de aplicaciones de juegos en línea, el abordaje más accesible parece ser a través del diálogo. Aunque la familia parecer encerrar una capacidad modeladora de las conductas frente a la tecnología y las apuestas, el acceso cada vez mayor a la información abre el juego a otros responsables: los medios de comunicación, los influencers o celebridades, el Estado y la escuela, que tambalea al tratar de imponer una lógica del proceso lento de aprendizaje frente a la gratificación instantánea de las aplicaciones móviles.
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