Un estudio publicado por la Universidad de Cornell Medicine en Estados Unidos revela que el uso intensivo de redes sociales en niños de 8 a 12 años está asociado a conductas autolesivas y pensamientos suicidas. Expertos advierten sobre la liberación de dopamina ante ‘likes’, generando ansiedad y afectando la autoestima.
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INVESTIGACIÓN DETALLADA
Según la neuropsicóloga Lucía Crivelli, la interacción con redes sociales puede provocar respuestas cerebrales similares a las provocadas por el consumo de alimentos placenteros o durante el sexo. A diferencia de la vida real, la imprevisibilidad de las recompensas en redes sociales puede generar ansiedad, afectando áreas cerebrales clave.
IMPACTO EN LA SALUD MENTAL
La experta advierte que el uso excesivo de redes sociales afecta la funcionalidad y el bienestar emocional de los jóvenes, asociándose a un aumento significativo de depresión, ansiedad y conductas autolesivas. También resalta que el sistema de autovalidación constante en redes sociales puede afectar la validación social y el desarrollo emocional de los niños.
RECOMENDACIONES
Se destaca la importancia de retrasar el acceso a teléfonos móviles y redes sociales. Se sugiere no entregar teléfonos móviles a niños antes de los 14 años y posponer el acceso a redes sociales hasta los 16, así como restringir el uso de celulares en las escuelas. Además, se aconseja promover el juego libre en el hogar y establecer espacios libres de dispositivos para contrarrestar la sobreprotección.
IMPACTO EN ADULTOS
Los adultos también experimentan dificultades para desconectarse de los teléfonos móviles debido al ‘Fear of Missing Out’ (FOMO). Para mitigar estos efectos, se recomienda establecer espacios y horarios libres de dispositivos en el hogar. En cuanto a la multitarea, la profesional advierte que cambiar constantemente de una tarea a otra genera agotamiento y reduce la calidad del desempeño en cada actividad.
USO DE FILTROS Y ESTRATEGIAS
El uso de filtros en redes sociales tiende a homogeneizar la imagen de las personas, fomentando inseguridades, especialmente entre adolescentes y niños. Como medida general, se recomienda moderar el uso de redes sociales, controlar las notificaciones y elegir conscientemente los momentos de interacción con los dispositivos para evitar que el teléfono determine la atención del usuario.