El 24 de mayo de 2000, en un épico enfrentamiento entre Boca Juniors y River Plate, Martín Palermo ingresó al campo y marcó un gol que se convertiría en leyenda boquense. Con reminiscencias de una novela, aquel Superclásico dejó una huella imborrable en la historia del fútbol argentino. La noche tuvo todos los condimentos para una epopeya futbolística, desde la remontada en el marcador hasta el ingreso inesperado de Palermo, cuyo gol lo consagró definitivamente en la historia de Boca Juniors. #Superclásico #MartínPalermo #BocaRiver
UN SUPERCLÁSICO DE NOVELA
El enfrentamiento, que se celebró por Copa Libertadores, fue el tercero en 10 días entre ambos equipos en la Bombonera y el Monumental. Desde el comienzo, el partido estuvo repleto de emoción y giros inesperados, con un clima de tensión tanto dentro como fuera de la cancha. El recuerdo de aquel partido sigue siendo motivo de conversación para los aficionados al fútbol.
25 AÑOS INOLVIDABLES
Con la inesperada convocatoria de Martín Palermo, que se encontraba en pleno proceso de recuperación de una lesión, el desenlace del partido quedó marcado en la memoria de los fanáticos. Su entrada al campo, seguida de un penal de Juan Román Riquelme, desató la euforia en la Bombonera y aseguró la victoria para Boca. Esa noche, Palermo, una vez más, demostró que el traje de héroe le calzaba a la perfección, en un escenario que quedará grabado en el corazón de los hinchas boquenses. La Bombonera se vistió de fiesta y el nombre de Martín Palermo resonó con fuerza en la historia del fútbol argentino.
25 años después, el ‘muletazo’ de Palermo sigue siendo recordado con el mismo fervor, demostrando que las gestas legendarias no tienen fecha de caducidad.